domingo, 8 de marzo de 2015

Mal Sueño

Kevedd


Vuelvo a aclarar, soy la misma autora de este fanfic que se encuentra en "Mundo Yaoi", por cualquier cosa.

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No sé cómo paso, sólo sé que así fue, le había hecho daño a quien amaba... No era mi intención, sólo... ¡No quise hacerlo! Había dañado a mi Doble D, lo había hecho llorar, había hecho derramar lágrimas de esos hermosos ojos, había roto su puro y dulce corazón, había hecho lo que juré nunca hacer.

Me encontraba en la escuela pensando en cómo enmendaría el dolor que había causado. ¿Unos chocolates? No, se merece más... ¿Unas flores? ¡No! Mi doble D se merece algo mejor. Al llegar a la cafetería lo vi con los mismos dos idiotas de siempre: Ed y Eddy, con ellos ahí no puedo ser como me gusta cuando estoy solo con mi Edd...

-¡Kevin! ¡Por aquí!-eran los del equipo de fútbol. No quería ir con ellos, esos malditos fueron los de la culpa... No... Fue la mía... Yo no lo protegí... ¡¿Qué clase de persona soy?! ¡No protegí a mi dulce novio!

Pase junto a los Edd's; Eddy me miro con odio, Ed estaba haciendo reír a mi Edward y Edd... Edd tenía un parche en el ojo y con un yeso en el brazo izquierdo con un cabestrillo para sostenerlo; cerré los ojos... Me dolía verlo de esa forma, habían dañado su cuerpo y yo no había hecho nada para evitarlo. Me senté junto a los del equipo de fútbol y comencé a comer sin decir palabra.

-¡hey! ¿Por qué tan callado?-preguntó uno. Yo no conteste.

-sí, Kevin, mejor hablemos de lo que paso el viernes-río otro. Mi odio crecía-. Jaja la cara de ese inepto cuando comenzamos a golpearlo ¿lo vieron? ¡Estaba llorando!-Comenzó a burlarse. ¿Quien se reiría de sus pobres lágrimas?

-jaja si, cuando se puso a gritar tu nombre Kevin-recordó un tercero. Basta... Cállense-. "¡Kevin! ¡Kevin me duele! ¡Ayúdame!"- imitó.

No aguante más y lo golpee en la cara, llamando la atención de todos los de la cafetería, incluso la de los Edd's, los otros dos del equipo me agarraron los brazos.

-¡¿qué diablos te pasa, Kevin?!-preguntó el de la derecha.

-¡dejen de burlarse!-me solté, le di una patada al de la izquierda y un golpe en la cara al de la derecha-. ¡Imbéciles! ¡¿Cómo les puede dar gracia lo que paso?! ¡Edd fue llevado al hospital por su maldita culpa!

Pude notar como el ojo sano de Edd se abría en forma de sorpresa, luego cambio a una de preocupación en cuanto otros dos del equipo me agarraron mientras un tercero me daba golpes en el estómago.

-¡maldito, Kevin! ¡Deja de ser tan imbécil!-gritó el que me golpeaba.

Comencé a escupir sangre, deje de sentir los golpes, deje de escuchar los insultos, las preocupaciones, sólo me concentré en Edd... Mi Edd... Con lágrimas en su ojo sano y con una mirada de dolor, sus labios se movieron, aunque no escuchara sabía que decía mi nombre... Cerré los ojos y me desmaye.


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Al despertar me encontraba en mi cama, estaba en mi cuarto con doble D durmiendo a mi lado, estaba bien, no tenía marcas de heridas, le toque la mejilla, tenía que estar seguro que sí era mi Edd... Que era real...

Mi toque lo despertó, dándome una sonrisa cálida, se volteó a ver su reloj, era la una de la mañana.

-Hmmm... ¿Por qué estás despierto?-me preguntó medio dormido.

-nada... Siento haberte despertado-él solo río y negó con la cabeza.

-no importa, después de todo acabábamos de dormidos...-enrojeció dándome a entender lo que había pasado entre nosotros, aunque yo no lo recordara en ese momento.

-Hmmm... Ya... ¿Y te gusto?-sonreí al verlo más rojo.

-¡claro que sí!-escondió su cabeza en mi pecho-. ¿Tuviste una pesadilla?-yo asentí juntándolo más a mi-. ¿Qué fue?

-que te hice daño...-con una mano comencé a acariciarle la espalda.

-¿Tanto te asuste?-yo lo separe y lo mire desconcertado-. Escucha, Kevin, era obvio que me doliera así, ¿okey?-hizo un puchero, el cual me pareció completamente tierno-. Era mi primera vez, obvio que me iba a doler e iba a llorar...

Entonces recordé lo que había pasado. Regresando de nuestra cita lo hicimos... Pero no fui cuidadoso, me deje llevar arrancándole lágrimas y gritos de dolor... Le había hecho daño a mi pequeño.

-Lo siento...-dijo dándome un beso tierno-. Pero estoy bien, ¿de acuerdo?-sonrió.

-está bien... Tonto, el que debería disculparse soy yo... Y no vuelvas a asustarme así-él soltó una risa.

-Te amo, Kevin.

-Y yo a ti mi doble tonto


FIN

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